(English version below)


El Perú, al igual que los demás países de América Latina, mantiene desigualdades económicas, educativas y sociales para las diferentes comunidades, sobre todo las agrarias de ámbitos rurales. En efecto, a pesar de que el sector agropecuario centrado en la agricultura abastece con el 57% de los alimentos que se consumen a nivel nacional, este sector se ha visto invisibilizado por parte del Estado, pues no le ha brindado el soporte para poder superar la economía de subsistencia y mejorar su calidad de vida. Adicionalmente, esta situación se ha visto más agudizada debido a las consecuencias sociales de la pandemia, y a efectos de conflictos políticos nacionales e internacionales.

Ante esta realidad, YPARD Perú, el Capítulo peruano de la Red Internacional de Jóvenes Profesionales por el Desarrollo Agrario Rural, viene realizando diferentes iniciativas vinculadas a tres líneas de acción: fortalecimiento de capacidades; incidencia política; y articulación. En ese sentido, en el 2022, ha impulsado dos proyectos claves dirigidos a juventudes para lograr reducir las brechas educativas y sociales. Estas son la Escuela de Jóvenes Ruralistas (EJR), en su quinta edición; y el Proyecto Máxima, iniciativa formulada en el marco de la Escuela Juventudes, Tierra y Territorio de la International Land Coalition de América Latina y el Caribe.

Por un lado, la Escuela de Jóvenes Ruralistas (EJR), iniciativa liderada por el Equipo de Programas de YPARD Perú, busca fortalecer conocimientos, capacidades y habilidades de jóvenes profesionales líderes como agentes de cambio en el sector agrario. La escuela es un espacio que inspira y forma a jóvenes profesionales a comprometerse con el Desarrollo Agrario Rural para lograr que este sea más justo, inclusivo y sostenible. En la quinta edición, se promovió la participación de más de 50 jóvenes profesionales provenientes de diferentes regiones del Perú y países de América Latina. Además, la experiencia constó de componentes teóricos, prácticos, creación colectiva, acompañamiento 360º e intercambios de experiencias nacionales e internacionales.


En este espacio formativo se aprende sobre Desarrollo Agrario Rural, Agroecología, Enfoques de género, sostenibilidad e interculturalidad, y herramientas para la formulación y gestión de proyectos. Al respecto, según la evaluación final a las y los estudiantes, el 80% consideró que la Escuela sí cumplió con sus expectativas de aprendizaje. Entre sus comentarios se destaca la participación de los ponentes, la elección de temas relacionados al DAR y Desarrollo Sostenible, y la enseñanza de teoría y herramientas para la formulación de proyectos.

Por otro lado, frente a los desafíos en el acceso y gobernanza de la tierra por parte de las mujeres, el Proyecto Máxima, liderado por Damaris Herrera y el Equipo de Incidencia de YPARD Perú, busca fortalecer los liderazgos y las iniciativas medioambientalistas de las mujeres jóvenes rurales en sus territorios, a través de la investigación aplicada, la capacitación, y la formulación de proyectos y apalancamiento de fondos. Para ello, se cuenta con cuatro líneas de acción. La primera, es MÁXIMA Investiga, mediante la cual se promueve y desarrolla investigación aplicada en las iniciativas y/o emprendimientos medioambientalistas de las jóvenes a través de la articulación con la academia y otros centros de investigación.

La segunda línea es MÁXIMA Aprende y Comparte, línea que gestiona capacitaciones y espacios de formación relacionados a temáticas medioambientales, de gestión de proyectos o empresarial, y liderazgo-activista para fortalecer de manera integral las iniciativas de las jóvenes rurales. La tercera línea es MÁXIMA Actúa, que busca formular proyectos y postular a fondos y grants de instituciones públicas, cooperación internacional y sector privado, para mejorar la sostenibilidad de las iniciativas y calidad de vida de las jóvenes. La cuarta línea consiste en MÁXIMA Cuida, mediante la cual se busca ser un espacio que promueve el autocuidado de las mujeres en torno a su salud, salud reproductiva, manejo emocional y prevención de la violencia de género.


Finalmente, estos proyectos se vienen ejecutando y complementando con la articulación de otras iniciativas de YPARD Perú y de nuestros principales aliados de la academia como la Pontificia Universidad Católica del Perú; del sector público como la Secretaría Nacional de la Juventud; de la sociedad civil como el Consejo Metropolitano de Participación de la Juventud de Lima; y de organismos internacionales como la International Land Coalition de América Latina y el Caribe. Además, nada de esto sería posible sin el compromiso, profesionalismo y pasión que le pone todo el equipo de YPARD Perú distribuido en las áreas de Representación, Gestión de Talento, Programas, Incidencia Política y Comunicaciones. Muchas gracias a cada voluntario y voluntaria que es el motor del cambio que venimos generando para un desarrollo agrario rural más justo, inclusivo y sostenible.

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Peru, like other Latin American countries, maintains economic, educational and social inequalities for the different communities, especially the rural agrarian communities. Indeed, despite the fact that the agricultural sector, centred on agriculture, supplies 57% of the food consumed at the national level, this sector has been invisible to the state, as it has not been given the support it needs to overcome the subsistence economy and improve its quality of life. In addition, this situation has been exacerbated by the social consequences of the pandemic and the effects of national and international political conflicts.

Given this reality, YPARD Peru, the Peruvian Chapter of the International Network of Young Professionals for Rural Agrarian Development, has been carrying out different initiatives linked to three lines of action: capacity building; advocacy; and articulation. In this sense, in 2022, it has promoted two key projects aimed at young people in order to reduce educational and social gaps. These are the Escuela de Jóvenes Ruralistas (EJR), in its fifth edition; and the Máxima Project, an initiative formulated within the framework of the Escuela Juventudes, Tierra y Territorio of the International Land Coalition of Latin America and the Caribbean.

On the one hand, the School for Young Ruralists (EJR), an initiative led by the YPARD Peru Programme Team, seeks to strengthen the knowledge, capacities and skills of young professional leaders as agents of change in the agricultural sector. The school is a space that inspires and trains young professionals to commit to Rural Agricultural Development to make it fairer, more inclusive and sustainable. The fifth edition promoted the participation of more than 50 young professionals from different regions of Peru and Latin American countries. In addition, the experience consisted of theoretical and practical components, collective creation, 360º accompaniment and exchanges of national and international experiences.


In this training space, participants learned about rural agricultural development, agroecology, gender approaches, sustainability and interculturality, and tools for the formulation and management of projects. In this regard, according to the final evaluation of the students, 80% considered that the School did meet their learning expectations. Among their comments, they highlighted the participation of the speakers, the choice of topics related to RLD and sustainable development, and the teaching of theory and tools for project formulation.

On the other hand, faced with the challenges of women's access to and governance of land, the Máxima Project, led by Damaris Herrera and the YPARD Peru Advocacy Team, seeks to strengthen the leadership and environmental initiatives of young rural women in their territories, through applied research, training, project formulation and leveraging of funds. To this end, there are four lines of action. The first is MÁXIMA Investiga, through which applied research is promoted and developed in the initiatives and/or environmental undertakings of young women through coordination with academia and other research centres.

The second line is MÁXIMA Learns and Shares, a line that manages training and training spaces related to environmental issues, project or business management, and leadership-activism to comprehensively strengthen the initiatives of young rural women. The third line is MÁXIMA Actúa, which seeks to formulate projects and apply for funds and grants from public institutions, international cooperation and the private sector to improve the sustainability of initiatives and the quality of life of young women. The fourth line consists of MÁXIMA Cuida, which seeks to be a space that promotes women's self-care in relation to their health, reproductive health, emotional management and prevention of gender-based violence.

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